Hoy bailan. Mañana luchan.

22/5/2012: Region Santiago del Estero, abril, una noche de verano del año 2010: Observaba a esta gente valiente bailando. Bailan al compás de la música que conocen y que se emite en sus radios. Pies descalzos hacen remolinos de polvo. Manos que se encuentran. Luces que atraviesan la oscuridad. Pensé que la gente bailando cambia mucho el lugar donde baila. Ellos toman ese lugar. Un cesped reseco se convierte en un salón de baile, nueve tablones en un escenario. Pensé que la gente cambia también el lugar donde trabaja. Un baldio puede convertirse en campo sembrado. Un pantano se convierte en tierra verde rica. La patria se hace con sudor y tú no permites que te la roben. Hoy se baila, mañana se estará nuevamente en la lucha.

Desde hace más de 20 años que l@s campesin@s e indígenas de las comunidades de la Región de Santiago del Estero luchan contra el robo de sus tierras y la privación de sus derechos. Si a un@ de ell@s las grandes compañias le cercan sus tierras, se juntan y voltean los alambrados que acababan de ser levantados. Si algun@ de ell@s es detenid@, se juntan muchos más y reclaman su liberación. La lucha de l@s campesin@s da sus frutos. A través de su perseverancia, se han convertido en un actor importante en la región. Son un poder con cinco voces potentes – las cinco estaciones de radio que permiten la comunicación no censurada en la región. Las radios crean un sentimiento colectivo y por supuesto pasan la música que l@s campesin@s aman.

Yo veía a estas personas valientes bailar, reirse y dándose besos y pensé que en todo el mundo se trata de las mismas preguntas: ¿Por qué no está la justicia del lado de los que bailan? ¿Por qué posen el lugar de baile aquellos que no le dan vida? ¿Por qué les pertenece el campo a los que no lo trabajan? ¿Por qué revientan los bancos de occidente con ganancias que no son el fruto de su propio trabajo?

Desde hace más de 20 años que l@s campesin@s e indígenas de la región de Santiago del Estero no solo saben la respuesta a esas preguntas. Sinó que también viven la respuesta día a día. La respuesta es: Porque la única justicia que existe, es la que se conquistó en la lucha. Las personas de la región en Santiago del Estero no han cambiado solamente los lugares. Ell@s mism@s cambiaron en el preciso momento en que comenzaron a luchar. Del desaliento nació el valor. El miedo se convirtió en esperanza. La justicia dejó de ser un sueño. Se convirtio en una labor.

Una de esas historias de coraje y fortaleza del continente es la que relata la película documental Sachamanta. El Trailer puese ser visto aquí.

Kampf

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